lunes, 28 de julio de 2014

Guíame, Luz Amable

El más famoso de todos los escritos del Cardenal Newman es sin duda su himno 'Lead, Kindly Light'. Hay muchas traducciones del mismo al castellano, pero no me he resistido a hacer la mía propia.

Guíame, Luz Amable, entre tanta tiniebla espesa,
¡llévame Tú!
Estoy lejos de casa, es noche prieta y densa,
¡llévame Tú!
Guarda mis pasos; no pido ver
confines ni horizontes, solo un paso más me basta.
Yo antes no era así, jamás pensé en que
Tú me llevaras.
Decidía, escogía, agitado; pero ahora
¡llévame Tú!
Yo amaba el lustre fascinante de la vida y, aún temiendo,
sedujo mi alma el amor propio: no guardes cuenta del pasado.
Si me has librado ahora con tu amor, es que tu Luz
me seguirá guiando
entre páramos y lodazales, riscos y torrentes, hasta que
la noche huya
y con el alba estalle la sonrisa de los ángeles,
la que perdí, la que anhelo desde siempre.